Ustedes saben que es un problema difícil el encontrar un tema que esté a la altura de tan selecta audiencia. Además, la calidad de las últimas interpretaciones torna el proceso un poco más angustiante.
He pasado ya una buena parte de mi vida viviendo del miedo de las personas frente a la muerte, el trabajo de los médicos ultimadamente consiste en alejarla lo más posible, además yo creo que tengo un par que cargar en mi espalda.
La muerte se define como el suceso obtenido como resultado de la incapacidad orgánica para sostener la homeostasis. Debido a la degradación del ADN contenido en los núcleos de las células, la réplica de las mismas se hace cada vez más costosa y se detiene. No creo que sea posible crear un concepto más difícil.
Epicuro de Samos: “la muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando la muerte existe, ya no existo yo “.
El momento exacto de la muerte es importante en lo que tiene que ver con los trasplantes de órganos. Ustedes deben recordar que antiguamente se definía a la muerte por el cese de los latidos del corazón y la respiración, lamentablemente conocemos que ahora estas funciones pueden sostenerse con procedimientos artificiales y entonces se han creado definiciones de muerte encefálica irreversible que se pueden precisar de cuidadosos protocolos.
Confucio: “si no conoces la vida, ¿Cómo puede ser posible conocer la muerte?
El tema a discutir es si tratamos a la muerte como un evento que representa el fin de una existencia o se refiere a un proceso de transición, o el proceso que lleva al final de lo que conocemos como vida.
Antonio Machado: “la muerte es algo que no debemos temer, porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”.
A pesar de los intentos de Machado de alejar el temor, es precisamente éste sentimiento el que ha motivado la creatividad humana y la búsqueda de explicaciones desde las mítico-religiosas, pasando por las filosóficas profundas hasta llegar a las filosófico-psicológicas de la nueva era.
Las religiones más importantes introducen en sus fieles creencias acerca del día siguiente al último día. También las corrientes ocultistas que se han estado discutiendo en las últimas tenidas como el espiritismo, el viaje astral, la astrología, el exorcismo, la magia, la santería, se implantan en base a la percepción de una vida de ultratumba.
Las religiones clásicas: cristianos, católicos, protestantes, anglicanos, presbiterianos, maronitas, cartujos, asquenazi y sefardíes, y, el Islam reconocen la existencia de un proceso de juzgamiento final que marcará el destino último del fallecido, hacia el edén o hacia el averno, de tal forma que no hay nuevas oportunidades (es importante dar las limosnas en esta vida); además reconoce a la resurrección que es la vuelta del cuerpo a la vida luego de la muerte como un evento central en su fe y se la espera al final de los tiempos, y, es diferente a la transmigración o reencarnación de las otras corrientes y a la metamorfosis en el caso de la muerte simbólica de los masones.
La masonería reconoce en la muerte simbólica un proceso de metamorfosis, habitualmente a un estado superior de conocimiento, se deja las vestiduras viejas para hacerse de nuevas. No existe resurrección y el individuo conserva su identidad y reaparece como un ser superior.
Los hinduistas, budistas, el Sintoismo, la religión china que menciona al confucionismo y al taoísmo; el zen, los sunies y los Hare Krishna tienen, salvando diferencias, un concepto de mejoramiento espiritual a través de esta o varias vidas hasta alcanzar un estado superior de conciencia o Nirvana.
Cualquiera de estas creencias basa sus afirmaciones en la existencia de una o varias vidas futuras a las que se accede luego de pasar por una fase de transición o el purgatorio de la fe católica y consiste en un estado intermedio en donde el individuo existe como tal, con su identidad y sus bienes, en esta fase ocurre la despersonalización, el sujeto está separado de su cuerpo como un observador externo pero conserva fuertes lazos afectivos y podría pretender un contacto con la vida pasada que es percibida como propia, esta condición permite la existencia de fenómenos como el espiritismo y los espectros. Luego ocurre la trasmigración que es el tránsito del alma a un nuevo cuerpo o una nueva forma de vida.
Muchas personas manifiestan episodios de despersonalización como eventos cercanos a la muerte. La despersonalización puede obtenerse también con el uso de drogas disociativas o alucinógenas o a consecuencia de estados de ansiedad, falta de sueño o epilepsia.
Todas las personas están habitadas por una esencia vital o alma la que luego de una serie indeterminada de vidas o de haber sufrido el proceso de purificación llega al Nirvana, a Dios, a la luz o al paraíso. En este momento se elimina la esencia vital individual para pasar a formar parte del espíritu o alma universal, la conciencia del sujeto se desvanece para integrarse al todo y la persona como tal es eliminada en forma permanente.
El proceso del buen morir: en el caso de que se trate de un proceso de transición hacia otra etapa de existencia tiene tres componentes bien definidos:
a. La enfermedad y/o el dolor (definido como agonía): motiva en el individuo que la padece una suerte de dicotomía en su existencia: el cuerpo físico ahora enfermo y la esfera del pensamiento, el espíritu, alma, o conciencia que habitualmente está respetada, facilitando un futuro desprendimiento.
b. Los experiencias cercanas a la muerte: representa una sucesión de recuerdos de eventos críticos de la existencia, (recuerdos de seres queridos, intención de despedidas, resolución de pendientes, despersonalización, etc.)
c. Progresiva desconexión neurológica con deterioro de funciones vitales y deceso. (analgesia pre-morten)
Ahora bien, ¿es necesario el buen morir ?
Muchísimas personas no tienen la oportunidad de la agonía, al ocurrir sus decesos a consecuencia de un accidente violento o por una enfermedad fulminante.
Al no ocurrir el proceso normal de morir (una condición similar a una cesárea que interrumpe el proceso normal del nacimiento), se interrumpe en forma brutal el proceso de la muerte, dificultando su adaptación en el siguiente estado.
Al no existir el espacio–tiempo en la fase de transición (purgatorio) un fallecido podría pasar la eternidad (desde nuestro punto de vista) en esta condición, aunque para él, solo representa un periodo de tránsito.
Hasta ahora nadie ha podido contestar la pregunta del fundamento y el sentido último de la vida humana, tanto los científicos como los filósofos deben conformarse con verdades parciales y provisionales.
La única razón de la existencia de la vida espiritual es el progresivo enriquecimiento de la conciencia o alma del individuo a través de una o varias vidas hasta llegar al Nirvana de los budistas o paraíso de los católicos en donde ya no es pertinente su existencia como individuo y es entonces capaz de formar parte de Dios.
No todas las personas van por la buena senda y habría personas con demasiado apego de sus afectos terrenos los cuales los anclan a su última vida y aparecen ante nosotros como duendes, fantasmas o espectros y podrían justificar gran parte de la paranormalidad que se venden en los quioscos de revistas, así como los milagros, posesiones, cirugía psíquica, etc.
Para que toda esta plancha se sostenga es necesaria la creencia en 4 conceptos.
1. El GADU existe
2. Existe la vida del futuro
3. El Hombre tiene alma inmortal
4. El universo fue creado por el GADU y tendrá un final.
Tengo la idea de que se ha cuantificado el cambio de peso que ocurre al momento de la muerte, si no me equivoco es de 21 gramos, a pesar de que esto no prueba su existencia me gustaría apostar por ella.
Me gusta apostar también por la supervivencia, no me importa ser un espectro con tal de existir, lamentablemente tengo dudas, la razón no me permite creer a rajatabla lo que encuentro escrito en los textos religiosos o ocultistas. Sin embargo mi corazón se alegra y se llena de esperanza cuando alguien me comenta sobre una sesión de espiritismo o que vieron un duende o que tuvieron evidencias de un poltergeist, a pesar de que sea manejado por “negs” o elementos (entidades astrales no amigables) también y salvando las diferencias cuando el cura levanta la ostia y la ofrece a Dios, me parece el momento mágico de la ceremonia y, pienso que, ángeles y querubines lo están asistiendo. Me cuesta no emocionarme en ese momento, cuando el religioso olvida la prédica y ofrece el acto al cielo.
Creo firmemente en que la magia es la parte dulce del espíritu, creo que el alma sobrevivirá, buscará alguna forma y espero que lo logre, así como los impuestos la muerte nos alcanzará a su tiempo, así que nada más nos queda esperar a que ella sea y nosotros no.
Mi palabra
M:. M:. ABRAXAS